Bajo un cielo claro de primero de otoño, la edición Especial Hispanidad de Ibercaja Madrid Corre por Madrid puso punto y seguido a una jornada vibrante que reunió a 10.000 corredores dispuestos a “volver al cole”, retomar la rutina deportiva tras las merecidas licencias veraniegas y celebrar juntos sus raíces hispanas. La cita volvió a agotar dorsales, confirmando su papel como una de las pruebas más queridas por los runners de la zona centro peninsular, pues no son solo madrileños los que acuden a su llamada.
Desde la parte alta de la ciudad, con salida en Bravo Murillo, los participantes se lanzaron por un recorrido de 10 kilómetros rápido y céntrico que serpenteó por algunos de los rincones más emblemáticos de la capital. La marea multicolor de corredores atravesó enclaves como la Glorieta de Cuatro Caminos, el Paseo de la Castellana, la Plaza de Colón o la Puerta de Alcalá, antes de cruzar la icónica Gran Vía y adentrarse en la calle Princesa para culminar con la llegada al Paseo de Camoens, en el corazón del Parque del Oeste. Un trazado exigente y, al mismo tiempo, festivo, ideal para dejarse llevar por el ritmo o las emociones, donde la velocidad convivió con la animación de un público que convirtió la mañana en un nuevo homenaje a la salud y la camaradería.
La temática de la Hispanidad impregnó cada rincón de esta 15.ª edición, empezando por la camiseta, con un diseño muy atractivo (y muy bien recibido por la comunidad corredora) inspirado en la causa: una fiesta deportiva y cultural que contó con corredores de 43 países unidos por el mismo idioma, la misma historia y las mismas ganas de celebrar la existencia a galope tendido. Además, la carrera, como todas las organizadas por MAPOMA, exhibió su carácter solidario: un euro de cada dorsal se destinó a la Asociación de Víctimas del Terrorismo, recordando que las zancadas también son un compromiso.